Francisco Antonio Martínez Cuevas
Reelíjase señor presidente
“[…] El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino o sustituto, o asuma provisionalmente la titularidad del Ejecutivo Federal, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”. Así dispone el artículo 83 de nuestra Carta Magna, me parece que es muy enfática y clara. Desde 1933 que este precepto se encuentra plasmado en la Constitución y desde mi particular punto de vista, así debe continuar porque el sistema ha funcionado eficientemente de esta manera, además de la estabilidad política que se ha adquirido a lo largo de casi 90 años.
Considero también, que este precepto debería constituir una cláusula de intangibilidad por lo que se podría poner en juego si se llegara a reformar. Aunque de igual forma es cierto que, si una reforma a la Constitución es aprobada por el Congreso de la Unión y las legislaturas locales, no hay nada que sea intangible para ese poder que muchos llaman el poder constituyente permanente.
Las anteriores reflexiones surgen a partir de las declaraciones emitidas por el presidente de la república en las mañaneras del 12 y 13 de mayo del año en curso. Me causa intriga la manera en que el presidente se expresa cuando toca temas sobre su reelección, porque siempre muy a su estilo y “bromista” hace saber que no lo hará. ¿Pero cómo confiar en un experto manipulador de la opinión pública a través de los mensajes que emite? ¿Acaso es su manera de informarnos a los y las mexicanas su pretensión de reelegirse? No lo sé y por el bien de México y su estabilidad espero que no sea así.
La primera broma, la del 12 de mayo, fue que le faltaban 6 años todavía, porque dizque trabaja el doble. La segunda, decir que ya anda chocheando y por eso, aunque el pueblo le pida su reelección no será así. Insisto, estas bromas por inocentes que parezcan no generan confianza ni estabilidad y estos dos puntos son precisamente lo que se necesita en estos tiempos tan difíciles que vive el país y el mundo.
Yo solo espero, que al presidente no se le ocurra aludir al artículo 39 de nuestra Constitución que en una de sus partes menciona que “[…] El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”. Porque en la realidad –la realidad jurídica—el único mecanismo para cambiar la forma de gobierno y por ende la Constitución es el establecido en el artículo 135 de la propia Constitución.
Sí el pueblo tiene el Derecho de modificar su forma de gobierno. Aunque verdaderamente no en todo tiempo y solo a través de sus representantes en quienes se expresa la soberanía popular. ¿O acaso es válido pensar en una rebelión para cambiar la forma de gobierno? ¿La Constitución contendría un precepto para auto-sabotearse?
Como corolario, una reforma al artículo 39 no le vendría mal, este conserva su redacción original desde 1917 y contiene apreciaciones filosóficas, históricas y contextuales poco adecuadas para la actualidad. Lo dejo sobre la mesa.
“Sufragio efectivo, no reelección”